Amarse sin que nos vean. Vivir aquí y ahora, en esta playa. Sintiendo el sol en la piel y la sal en los labios.
En este escenario, sólo se llevaría lo esencial, o casi: prendas de semicouture adornadas con espejos, un bikini de ganchillo hecho a mano, un vestido de gasa estampada.
Más allá de una mera protagonista: una exploradora naturalmente radiante, felizmente descalza. Sueño versus realidad : ¿por qué molestarse en elegir?